Si, si puede participar...
Apurate con la historia que llegaras tarde... No se si te dará prorroga por llegar despues.. "rada-rada"

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Use the word to change the world...

Clan Sombra Blanca

Ok, ya tengo la historia, a quien tengo que enviarsela? o tengo que postearla?

Posteala, ya en un momento postearemos las de los demas concursantes o3o

Bufff, pues aqui viene:


Ambos estabamos muy cansados y con nuestros cuerpos adoloridos por la continua carrera, la lucha por la supervivencia no era facil y menos ahora que solo quedabamos nosotros dos. Conseguimos encontrar refugio en una azotea antes de caer la noche y empezamos a prepararnos para pasar la noche, tras arreglarnoslas para hacer un pequeño fuego con lo que encontramos dimos con una cena ligera y nos fuimos a dormir.

Cuando estaba mirando en mi mochila me di cuenta que tenia un agujero y que faltaban varias cosas, entre las que faltaban mi manta y mi abrigo, ¿se caerian durante la huida?, ¿como hiba a pasar la fria noche sin nada con lo que calentarme aparte del fuego?, estaba maldiciendo mi suerte cuando Sirc vino hasta a mi y ofrecio compartir su manta para pasar noche, nos acercamos al fuego y nos envolvimos en ella. Ya habia pasado bastante rato pero parecia que ninguno pudiera dormir, para mi era casi imposible, estar tan cerca de el hacia que los latidos de mi corazon retumbaran en mis oidos, hacia ya tiempo que me sentia asi, desde que lo conoci siempre supe que era especial.

Me gire un momento para verle mejor y en ese momento nuestras miradas se conectaron, no podria describir bien lo que paso no importa cuantas veces lo narre, simplemente nos quedamos mirando el uno al otro como si no pudieramos desviar la mirada mientras nuestros rostros se acercaban poco a poco y nuestros labios se fundian en un beso, cuando nos separamos nuestras miradas se cruzaron de nuevo, sus ojos transmitian un mensaje que no era necesario decir con palabras, hibamos a sobrevivir y estariamos siempre juntos.

Awwww >.< Wena ;-;

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ohana significa familia, la familia nunca te abandona ni te olvida.

bueno voy a postear mi historia aqui aunque ya l puse en facebook
PD:ya que mi nombre esta 2 veces tengo doble opcion de ganar(?)
Concurso El amor de Sirc,reto 1
Un enorme porton doble de madera se interponia entre el y yo pero nada me detendria
puse mi mano sobre la puerta y todas mis emociones se canalizaron a mi mano,entonces el porton estallo en pedasos
el humo que resuto de la explosion no entorpecio mi objetivo
el esta hay y pude ver en sus ojos que me estaba esperando,Sirc me estaba esperando.Pude notar el grillete que tenia en el cuello y ya nada mas me importo
a toda velocidad me lance hacia el pero varios clones de ivan se lanzaron sobre mi pero no me importo, mi furia y determinacion fueron mas grandes
-Fuera de mi camino insectos,NADA SE INTERPONDRA,PORQUE MI AMOR POR SIRC ES ETERNO!!!.
fue lo que dije antes que una descarga de magia oscura los lanzara fuera de la catedral.Cuandome disponia a seguir corriendo 2 disparos fueron directo hacia mi pecho los cuales logre esquivar en el ultimo segundo.
Eran Dasamo y Luu
-me las pagaran por interponerce entre Sirc y yo.
cuando se disponian a disparar nuevamente ambos fueron interceptados.Clow y Gustavo se habian encargado de ellos
ya solo una cosa se interponiaentreSirc y yo y era el ivan original,tome una de las pistolas de un clon apunte y dispare dandole de lleno en el pecho atravesandolo y dando en el grillete liberando a Sirc de esta boda obligada.
Corri con todas mis fuerzas hacia sus brasos mientras lagrimas corrian por mis mejillas
cuando por fin pude tenerlo en mis brasos lo bese tan fuerte y apasionadamenteque nada mas importo luego Sirc me dijo
-se suponia que hoy seria nuestra cita
-no importa mientras pueda estar contigo yo soy el hombre mas feliz del mundo
luego mirando hacia todos los invitados que estaban estupefactos y gritamos al unisono
-ESTAREMOS JUNTOS PARA SIEMPRE.

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La verdadera batalla comienza cuando te enfrentas a tu propia oscuridad

No Furry? This is bllsht.
No Yiff es algo aceptable, pero rechazar el Furry en general merece castigo >:I

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sup

ya borraron mi nombre adicional
que bueno que se dieron cuenta

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La verdadera batalla comienza cuando te enfrentas a tu propia oscuridad

Acá les traigo las demas historias:

clow anderson
Clow se llevó las manos a los labios y las calentó con su aliento mientras se arrebujaba un poco en su chaqueta de cuero negro; el día era cálido, o al menos todo lo cálido que podía ser a mediados de enero, pero en su interior un extraño frío se le había instalado en el corazón y no lo abandonaba. Aquel día había recordado. Habían vuelto a él momentos que creía olvidados, promesas que creía que ya lo habían atormentado lo suficiente... y, como una vieja herida que se reabre y aún supura, aquéllos recuerdos trajeron consigo una serie de viejas imágenes que, como una mala película en blanco y negro, lo llevaron de vuelta al tiempo y al lugar en el que lo había perdido todo. Sirc. Mucho tiempo había pasado desde que se dijeran adiós en aquélla sucia estación de tren, abrazados, separados por tanto y tan poco al mismo tiempo... ¿Por qué había tenido que ver aquel día a aquélla chica? ¿Por qué se parecía tanto a ella? Aún recordaba su primer encuentro, su primera visita a su tierra, cuando apareció en su puerta con un ramo de flores y un simple “¡Sorpresa!” en los labios. Por aquel entonces aún no se conocían, solo se habían estado leyendo, compartiendo un vínculo a través de la fría pantalla de un ordenador; haciendo de confidentes, de amigos... hasta que él no pudo soportarlo más. Se presentó en mitad de la noche, el vuelo había durado muchas horas pero el chico, con su pelo rojo aún sin peinar, había decidido que no podía esperar más. Sabía que si el alocado impulso lo abandonaba no sería capaz de acercarse a ella. Sirc abrió el la puerta con cierta intranquilidad, pero sin sueño en los ojos y aún vestida de calle. Cuando las flores, algo mustias por la fuerza con la que las estaba agarrando Clow, entraron en su campo de visión como una especie de estandarte de bellos colores y agradable fragancia la chica dio un respingo y comenzó a recular... pero la visión del rostro del chico por entre los pétalos de colores vivos la detuvo. -¡Sorpresa!- fue todo lo que se le ocurrió decir al muchacho de pelo color ascua, a pesar de que tenía preparado un largo discurso, mientras una franca sonrisa se abría paso a través de sus labios: en persona, tal y como él suponía, era aún más bella de lo que aparentaba en sus fotos. La chica permaneció allí, de pie, sin decir nada, mientras recibía las flores y las observaba con incredulidad. En sus mejíllas se intuía un cierto rubor... pero Clow no quería hacerse ilusiones: podía ser su imaginación perfectamente. Finalmente, tras unos interminables segundos de duda, la chica levantó la vista del ramo y habló, con voz contenida; casi quebrada. -Pero... ¿Como se te ocurre venir así... de buenas a primeras? ¿En qué estabas pensando? El chico dio un casi imperceptible paso atrás ¿Acaso se había precipitado? ¿Acaso había obrado mal ir a verla del modo en el que lo había hecho? Repentinamente todas las dudas que no habían conseguido medrar en él durante el largo trayecto en avión y más tarde en tren hasta aquel pequeño y escondido pueblo lo asaltaron, haciendo que el corazón le sangrase. -Dijiste que necesitabas a alguien a tu lado, que ya no podías seguir adelante... y yo te dije que haría todo lo que estuviera en mi mano por aliviar tu sufrimiento... Bueno: creo que esto es todo lo que puedo hacer.- consiguió decir el chico, franco aunque aterrorizado ante la idea de perderla tan deprisa- ¿Acaso te ha molestado? ¿Hice mal? La chica pareció sumergirse en el ramo de flores, ocultando su rostro entre estambres y pétalos, haciendo que el chico se preguntase si intentaba que las flores adquiriesen parte de su belleza por aquel mero contacto... pero pronto unas sacudidas, contenidas pero aún así visibles, de los hombros de ella le indicaron a Clow que Sirc estaba llorando. Ni siquiera lo pensó: arrojó las flores lejos y, con el mismo gesto, estrechó a la chica contra sus brazos, fuertemente, sin dejarle tiempo a que reaccionara. Sirc trató de resistirse al principio... pero las lágrimas arrasaron con sus ojos y en pocos segundos ya estaba correspondiendo al abrazo que le entregaba Clow mientras lloraba sobre su hombro. -Yo... Yo... ¿Por qué ahora? ¿Por qué justo ahora?- balbuceaba ella mientras sollozaba. Clow se sentía desfallecer, cada lágrima que la chica derramaba sobre su hombro era un puñal clavado en su pecho, no sabía qué hacer, solo podía permanecer allí, quieto, a la espera de que el

torrente de tristeza que inundaba los ojos de la chica se secara... pero era tan difícil. Finalmente la chica se calmó lo suficiente como para separarse de él y secarse ella misma sus propias lágrimas pero, para ese entonces, la noche ya había caído totalmente sobre el pequeño pueblo. -Clow... yo... por favor... ¿Podemos hablar en otro sitio? ¿Te importa venir conmigo?- soltó la chica, aún con la voz entrecortada, mientras se agarraba casi con desesperación a su camisa, como si se fuese a caer. El chico simplemente asintió. Por supuesto que lo haría, hasta el fin del mundo si era necesario... solo tenía que pedirlo; aunque por algún motivo sintió que, en aquel momento, las palabras estaban de más. Sirc lo cogió de la mano, gesto que consiguió sacarle un escalofrío al chico (¿Cuantas veces había soñado con aquel contacto? Aunque quizás la situación no fuese exactamente como él se la había imaginado lo cierto era que se parecía mucho), y lo llevó de aquel modo por un camino si asfaltar y lleno del sonido salvaje de los animales nocturnos. La caminata fue corta, sin nadie por el camino que les impidiera sentirse únicos en el mundo, solitarios en un mundo solo para ellos. La cima de una pequeña colina, a los pies de un bosque viejo, los acogió casi como si hubiese estado esperándolos y, durante unos segundos, Clow se sintió el chico más feliz del mudno: agarrado de la mano de Sirc y en aquélla elevación desde la cual las estrellas parecían bailar el chico sintió como su corazón latía con fuerza... aunque aquélla felicidad no duró mucho. Sirc, con un gesto algo distante, se separó del chico y andó un par de pasos más allá de él, abrazándose a si misma mientras le daba la espalda.

-No debiste haber venido, no cuando sabías bien que tu presencia solo me traería más problemas...- soltó la chica, en tono frío, mientras parecía contemplar el cielo estrellado y con él el bosque que se extendía a sus pies. Para Clow aquéllo fue como si vertieran sobre él un jarro de agua fría: había jugado sus cartas y había perdido, ya no le quedaba nada... aunque aún debía de intentar una última vez, una sola vez para poder decirse a si mismo que había hecho todo lo que estaba en su mano para conservarla. No importaba el largo viaje, no importaba la espera, no importaba nada: si no llegaba hasta el final entonces nunca había luchado realmente. El chico dió un paso adelante y obligó a Sirc a girarse, a mirarlo a los ojos; y sus profundos iris de color madera se perdieron en los de la chica color trigo. -Sirc, sé que venir aquí no sirve de nada, sé que la elección de tu pareja no está en tus manos, que tu familia, tu clan, sortea tu mano como si de un vulgar concurso se tratara... pero aún así yo te amo, y espero que tú sientas lo mismo por mí. Si he llegado tan lejos, si he recorrido tantos kilómetros, si te he buscado por encima de todo no ha sido para exigirte nada; solo para decirte eso, que te quiero y que siempre te querré y que nada ni nadie, por mucho que su título diga lo contrario, podrá separar mi corazón del tuyo. El chico tomó la barbilla, aquélla barbilla blanca y suave de ella, entre sus dedos y mientras la abrazaba con el brazo que le quedaba libre sus labios se unieron en un beso adornado por la luna. Un beso que sabía a miel, a menta y a frutas, un beso que sabía a lágrimas, a amor y a tristeza, a un cariño infinito, a una ternura dulce... pero que terminó, casi tan rápido como empezó, con una especie de sacudida eléctrica. El chico se separó un poco de aquéllos labios y contempló los ojos aún cerrados de ella y sintió contra su rostro su respiración algo acelerada. Se sintió despreciable por aquel beso robado, pero no quería tener que irse sin llevarse aquel recuerdo. -Por favor, no te sientas obligada a nada, pasado mañana sale mi vuelo de vuelta, no quería que te sintieses obligada a nada, no pienso causarte más daño; no quiero que sufras más. Hoy desapareceré de tu vida, no volveré a ti, aunque siempre te tendré presente, y aunque se me parta el corazón con ello dejaré que la decisión sobre tu amor la tome otro... tal y como tú deseas- El chico tuvo que contener una lágrima, no quería que ella lo viera llorar, no quería que ese fuera el último recuerdo que tuviera de él, así que, haciendo un esfuerzo enorme, consiguió que una sonrisa franca

aflorase a sus labios- Y espero que algún día puedas perdonarme por esto. Luego se dio la vuelta, el mundo parecía en aquel momento un sueño, parecía irreal. La perdida, el dolor... era demasiado. Su corazón desgarrado le hacía andar como un robot, maquinalmente, de forma incosnciente, sin saber a donde le dirigían sus pasos pero alejándose de aquel lugar de dolor... Y de repente un peso en su espalda, una súbita sacudida y una respiración en la nuca. Los dos cuerpos que caían, rodando por la pendiente, abrazados, mientras la hierva amortiguaba sus golpes mientras giraban. Sirc se había lanzado sobre él de un salto. Finalmente el mundo se detuvo, el cielo volvió a su sitio y se encontró tumbado boca arriba, incrédulo, con su amada a un lado; tumbada y mirándole con unos ojos que él no conocía, con una ternura conseguía derretirlo por dentro. -¿Pero qué...? La chica detuvo su pregunta colocándole un único dedo extendido sobre los labios y negó lentamente con la cabeza. -Mañana será un día nuevo, no puedo prometerte nada, pero esta noche es nuestra. Y sin poder creerse lo que estaba ocurriendo, sin poder entender lo que sucedía realmente, Clow comprobó que aquélla noche las estrellas brillaban tan solo para ellos.

De Killer
En algún lugar de Buenos Aires, Sirc se preguntaba porque había sido citado allí. Hace 2 días había recibido una carta diciendo que una persona lo esperaría para decirle algo importante. Siendo sinceros, la razón por la que él decidió ir es simplemente que no tenia nada que hacer ese día. Sirc se estaba poniendo cada vez más nervioso,no sabia si realmente alguien lo esperaría. Pensando que solo le habían gastado una mala broma decide irse pero en ese mismo instante alguien lo toma de la mano y le dice: Sirca, ¡¿A donde crees que vas?! Tengo algo que decirte.

Sirc: ¡¿A que viene esa agresividad?! Es que acas-
Antes de que Sirc pudiera continuar hablando Ivan2 lo acorrala contra la pared, encontrándose cara a cara. El corazón de Sirc comenzaba a latir cada vez más rápido, literalmente, estaba rojo como un tomate.

Sirc: Sabes... esto me...

Volviéndolo a interrumpir, esta vez Ivan2 besa a Sirc.

Ivan2: Sirc, yo te am-

Antes de que pudiera terminar, Sirc cae desmayado de la emoción.

Ivan2: -o... Oye... Sirc... ¿Acaso sabes cuanto tuve que viajar para venir aquí?...

Y así fue como Ivan2 llevando a Sirc al hospital debido a una gran hemorragia nasal.

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dasamo
Sirc y dasamo caminan por el cementerio mientras ven el sufrimiento y el dolor de los muchos familiares de los muertos por un accidente de avion, Dasamo le ha regalado a sirc un ramo de flores negras, y lleva sobre su cabeza un gorro con orejas de gato.
Luego van a tomar té a un acuario, donde hay un evento al cual han traido pulpos de todas partes del mundo, y los visitantes pueden interactuar con ellos.
Al final del dia van a ver el cisne negro, donde una de las bailarinas se rompe un pie y sirc la puede reemplazar la cita finaliza con ambos en el metro abrazados mientras escuchan sugar *O*